Última sesión de debate en DISEC. (Pablo Rojo)Comienza el fin del modelo de las naciones unidas de la universidad Rey Juan Carlos y en el comité de DISEC se disponen a tratar un anexo a la resolución firmada la jornada anterior acerca de ayuda humanitaria. Los debates tienen su inicio y se escuchan ideas interesantes como las de Rusia, que trata la ayuda humanitaria como base de una comunidad y la necesidad de crear canales seguros para asegurar la llegada de ayuda; por otro lado, Guinea ecuatorial habla del empoderamiento de los agentes locales, ya que son estos los que tienen acceso al terreno. A continuación, Francia abre un caucus moderado sobre asegurar la llegada humanitaria a aquellos países que la necesiten. El debate se encuentra marcado por la ausencia de Estados Unidos en la sala. Consecutivamente, damos la bienvenida al turno de los caucus no moderados, donde las distintas delegaciones tratan de ponerse de acuerdo para una solución. Finalmente se aprueba un anexo a la resolución sobre las medidas de resolución de conflictos internacionales asegurando la ayuda humanitaria escrita por las delegaciones de Francia, Guinea Ecuatorial y China, contando con el apoyo de Cuba, Libia, Rusia, Siria, Nigeria y Eslovaquia. En él se plasman ideas como reforzarlas Células de Coordinación Cívico-Militar, enfatizar una movilización y mejor organización a la hora de hacer llegar los productos básicos, tales como los alimentos, medicinas, y que estos sean gestionados por organismos de la ONU y agentes locales, o instar que los bloqueos internacionales no afecten a la llegada de ayuda humanitaria; entre otros. Con esto se da fin a una intensa jornada de risas y tranquilidad y concluye así la séptima edición de URJCmun 2019.
0 Comentarios
Los delegados empiezan a debatir sobre los proyectos de resolución. (Pablo Rojo)Comienza la tercera jornada en el comité de DISEC, donde aún encontramos un caos resolutivo en cuanto al desarme y la seguridad internacional Las palabras vuelan, los debates no aclaran, y se crea una atmósfera soporífera en la sala. Se insta a un caucus no moderado tras otro, los países tratan de llegar a un acuerdo, aunque claramente se pueden diferenciar dos bloques. Marcando una distancia entre ambos, las delegaciones inician abruptas y consecutivas discusiones para llegar a un pacto común.El habitáculo se llena de ruido, de conceptos y términos que rebotan en las paredes y recorren la cámara de un lado para otro. Doy un suspiro de tranquilidad al observar que tanto las ventanas como la puerta están completamente cerradas, al fin y al cabo, las palabras se las lleva el viento, y es de extrema prioridad encerrarlas para que no se vayan las ideas antes de plasmarlas en la causa de esta tormenta conceptual: la resolución. Predicar en el desierto no es fácil. La habitación aislada, ocupada por el zumbido de las sílabas, recibe la llegada de Morfeo, que invade el ánimo de todos los presentes ralentizando el proceso de debate haciendo parecer el objetivo a tratar como un mero sueño inalcanzable. Por fin llega un consenso de resolución propuesto por Rusia, China, Cuba y Guinea Ecuatorial; acompañado con las firmas de Libia, Senegal, Sudán del Sur, Irak y la República Democrática del Congo. El ambiente se calma puesto que ahora las palabras descansan en el papel, abrimos los ojos y se alzan las manos para perfeccionar el acuerdo en cuestión. Reforzar las instituciones de los Estados Frágiles, promover programas de inversión responsable, reconocer el papel de las organizaciones regionales para promover cooperación con las Naciones Unidas como organizaciones hermanas; son puntos que se trataron entre otros; destacando la creación de una plataforma digital que agilice el flujo de información entre el país ayuda y el que le proporciona dicha ayuda. Vuelven a levantarse las manos:“Esta resolución pasa”, afirma el presidente del comité, prosiguiéndole una avalancha de aplausos y vítores. La sala se llena de ruido, borrando el eco de los debates que allí tuvieron lugar, las ventanas se abren, las puertas ceden marchar a las delegaciones presentes abarrotando la cámara de silencio y aire. La resolución sobre desarme y seguridad internacional llegó a la comisión de DISEC. Los delegados de DISEC votando en la segunda jornada. (Pablo Rojo)El terrorismo y el gas mostaza asola a la comisión de DISEC en la segunda jornada de URJCmun ¡Brasil presente y votando!, ¡La República de Cuba se encuentra presente y votando!, ¡La República francesa se encuentra presente!; así, todos los países alzan sus manos y abren los debates de la segunda jornada de esta séptima edición del modelos de las naciones unidas de la Universidad Rey Juan Carlos. Apenas acababa de empezar la sesión formal del comité de DISEC, cuando el delegado de Marruecos accidentalmente rompió su botella esparciéndose por el suelo cientos de trozos de cristales rotos. Lo que puede ser un preludio de la jornada de este miércoles. Al fin y al cabo, la guerra suena a cristales rotos. Pérez Reverte ya describía el sonido que se producía bajos sus pisadas en las casas abandonadas durante la última guerra que se produjo en Europa, la Guerra de los Balcanes. Ventanas resquebrajadas dejando atrás familias y su recuerdo. No es la guerra el tema a tratar, sino el eco constante de cristales frágiles. Retomando el asunto de la jornada anterior; las causas de la fragilidad de los Estados; donde Estados Unidos hace hincapié en olvidar el pasado y no centrarse tanto en las causas sino en las soluciones. Sudáfrica; que perdona lo que ocurrió en su país en el ayer más cercano; y no tan cercano; da la gracias a la nación norteamericana por intervenir en su país y estabilizarlo; afirmando, sin embargo, que se están repitiendo los mismos errores que tiempo atrás. La historia no se repite. Pero rima. Y se oyen cristales. En mitad del agitado debate entran en la sala numerosos claveles sin dueño. Cada delegación dibuja una tímida sonrisa nerviosa en sus caras esperando ser el destino de al menos una, y al fondo se oye a la delegación de Marruecos, que no para de tirar cosas al suelo. Tras el espectáculo de los afortunados que recibieron su flor, se abre el debate de acción contra el terrorismo. Y no es de necios escuchar cristales rotos. Reforzar las fuerzas armadas, entrenar a la policía y aumentar la seguridad internacional, reitera Francia apoyado por Alemania, llamando a la acción de todos los países para terminar con esta amenaza internacional, quebrando los cristales. Posteriormente, durante un caucus para abordar un platónico anteproyecto de resolución; estalla una crisis diplomática y se resquebrajan los cristales. La CIA encontró un zulo talibán en el noroeste de Afganistán donde fabricaban gas mostaza. El material fue interceptado por la organización terrorista en la Frontera sur de Tayikistán, un camión de la empresa químicarusa, Uralkali, fue llevado a la zona de control talibán en Faizibad, al norte de Afganistán. El gas mostaza, totalmente prohibido por la comunidad internacional causó un gran revuelo en el comité, que tras debatir largo tiempo no ha concluido una resolución final acerca de esta crisis. Y los cristales frágiles continúan fracturándose. Delegado de EUA en el comité de DISEC. (Pablo Rojo)Comienza el modelo de las naciones unidas de la Universidad Rey Juan Carlos en el campus de Móstoles Sale el sol y empieza un nuevo día, 5 de febrero de 2019. En Extremadura son buenos días para seguir luchando por un tren digno, en Andalucía son buenos días para entender qué ha pasado,en Madrid son buenos días porque empieza URJCmun, y también son buenos días porque amanece, que no es poco. Se llena así el campus de Móstoles. Llegan cientos de jóvenes trajeados; aparecen turbantes, hiyabs, saris; con ganas de poder empezar este nuevo modelo de las naciones unidas que de momento podemos destacar por su nada. Después de todo, Aristóteles ya vanagloriaba un papiro en blanco donde cualquier cosa puede ser escrita en él, desde lo más absurdo del ser humano hasta sus pasiones más banales, porque al fin y al cabo, la nada es bella, y a partir de ella las posibilidades son infinitas. Es partiendo de esta nada cuando nace lo emocionante, donde las palabras, en ocasiones huecas y en otras inspiradoras, matan el silencio de las aulas de la Universidad Rey Juan Carlos y silencian los engranajes de los relojes que hacen pasar las horas como si de minutos se tratasen. El debate se abre en el comité de DISEC, tratando de esta manera los estados frágiles y la ayuda humanitaria. Las manos se alzan y deciden acaparar el tema A de la agenda: los estados frágiles como una amenaza a la paz y la seguridad internacional. Muchos países hacen referencia a su historia para recalcar la gravedad de este hecho, como Afganistán o Guinea Ecuatorial. Estados como Francia, la República de la India o Sudáfrica promulgan estar a favor de los derechos humanos y del mantenimiento de la paz, ofreciendo llegar a un consenso sobre la cooperación internacional para la ayuda de este tipo de naciones. Sin embargo, hay que señalar la actuación de la delegación estadounidense, que afirma que este tipo de países dejen ser controlados por el gobierno norteamericano para proliferar así las democracias liberales y estabilizar su nación. A raíz de estas afirmaciones fue atacado en numerosas ocasiones. A continuación, se da pie a un caucus moderado propuesto por el país venezolano acerca de las causas que propician la fragilidad del Estado. Estados Unidos vuelve a ser protagonista, siendo acusado de un intervencionismo militar ciego a los derechos humanos y a la carta de las Naciones Unidas. El país americano toma la ofensiva dialéctica, aplaudiendo el acierto del país sudamericano al abrir dicho debate, puesto que ellos destrozaron su propio Estado debido a invertir las fuentes económicas que consiguen gracias al petróleo en medidas socialistas, llamándoles chavistas al final de su intervención. Las groserías y la prepotencia de la superpotencia marcaron el debate, así como las respuestas comunes entre las distintas delegaciones hacia el país norteamericano. Así termina la primera jornada del URJCmun 2019, donde Estados Unidos ha demostrado cómo no hacer las cosas, tanto en su política exterior como en sus actuaciones diplomáticas internacionales. |
AutorDaniel Martínez, cronista de DISEC. ArchivosCategorías |