Las puertas se abren para el clima y se cierran para el URJCmun 2021
La Comisión Jurídica de URJCmun 2021 llega a su fin dejando el camino libre para luchar por el medioambiente.
16 de abril de 2021, Ariane Suárez
Tras el éxito con el Proyecto de Resolución de lucha contra el terrorismo, la Comisión Jurídica comenzó a debatir sobre La responsabilidad legal en el impacto del medioambiente. Las delegaciones se mostraron concienciadas con la protección del medioambiente y dispuestos a trabajar en el desarrollo de nuevas tecnologías sostenibles, dirigiendo la discusión hacia la necesidad de establecer los delitos contra el medioambiente como un delito internacional y la creación de un Tribunal Internacional para el Medioambiente.
No obstante, en mitad de la sesión, estallaron tres crisis simultáneas que alteraron el clima del Comité. Por un lado, un barco noruego y otro francoalemán accidentados vertieron residuos tóxicos que contaminaron aguas chinas y surcoreanas. Por otro, empresas públicas de Israel y Estonia están contaminando territorios en India, catástrofe por la que este Estado reclama una reparación de daños. Finalmente, empresas privadas de origen irlandés y establecidas en Kenia, dedicadas a la fabricación de mascarillas, no cumplen con las medidas sanitarias ni medioambientales necesarias.
Estos incidentes obligaron a los Estados presentes a acelerar el ritmo de las negociaciones y establecer, in extremis, una serie de principios comunes para la protección legal del medioambiente. Sorprendentemente, en menos de dos días, la Comisión Jurídica ha sido capaz de sacar adelante una segunda Resolución, esta vez para la protección del medio, con el voto favorable de todas las delegaciones. Porque la protección del planeta es algo que incumbe a todos los países y no cabe discusión al respecto.
El broche final de la Comisión
Tras una dura semana de trabajo y el éxito alcanzado por la Comisión, solo restaba poner el broche y final al excelente trabajo realizado. Así, la Mesa procedió a entregar los premios: menciones verbales para Iraq y Níger; delegación de honor para Israel; premio a la diplomacia para Estados Unidos y, finalmente, Noruega como mejor delegación.
No obstante, en mitad de la sesión, estallaron tres crisis simultáneas que alteraron el clima del Comité. Por un lado, un barco noruego y otro francoalemán accidentados vertieron residuos tóxicos que contaminaron aguas chinas y surcoreanas. Por otro, empresas públicas de Israel y Estonia están contaminando territorios en India, catástrofe por la que este Estado reclama una reparación de daños. Finalmente, empresas privadas de origen irlandés y establecidas en Kenia, dedicadas a la fabricación de mascarillas, no cumplen con las medidas sanitarias ni medioambientales necesarias.
Estos incidentes obligaron a los Estados presentes a acelerar el ritmo de las negociaciones y establecer, in extremis, una serie de principios comunes para la protección legal del medioambiente. Sorprendentemente, en menos de dos días, la Comisión Jurídica ha sido capaz de sacar adelante una segunda Resolución, esta vez para la protección del medio, con el voto favorable de todas las delegaciones. Porque la protección del planeta es algo que incumbe a todos los países y no cabe discusión al respecto.
El broche final de la Comisión
Tras una dura semana de trabajo y el éxito alcanzado por la Comisión, solo restaba poner el broche y final al excelente trabajo realizado. Así, la Mesa procedió a entregar los premios: menciones verbales para Iraq y Níger; delegación de honor para Israel; premio a la diplomacia para Estados Unidos y, finalmente, Noruega como mejor delegación.
Un paso más en la lucha contra el terrorismo
La Comisión Jurídica aprueba el Proyecto de Resolución sobre el Cambio de perspectivas en la lucha contra el terrorismo internacional: implementación de la estrategia global.
15 de abril de 2021, Ariane Suárez
La penúltima jornada de debate de la Comisión Jurídica comenzó con la presentación de un Proyecto de Resolución por parte del grupo occidental. En la pasada sesión eran dos los posibles proyectos a redactar, pero el grupo de África y Oriente Medio terminaría por limitarse a enmendar el Proyecto de Occidente y reclamar la firma de varias de sus delegaciones para demostrar su presencia.
El documento, defendido por Noruega, Estados Unidos e Israel, este último con especial interés de por despejar las acusaciones de su financiación al terrorismo en Libia, sería finalmente aprobado con dos enmiendas. Pese a su claro corte occidentalista, sus redactores defienden que se ha elaborado aunando ideas de todos los países presentes en el Comité, aunque Estados como Nigeria e Iraq protestaron por la falta de representación de los Estados africanos y orientales.
Uno de los puntos más debatidos de la Resolución fue el número 5, referente a la participación de la mujer en los dispositivos antiterroristas para fomentar su empoderamiento y mejorar la protección de las mujeres ante el terrorismo.
(La Comisión Jurídica) […]Apoya la inclusión de la mujer en los organismos dedicados a la lucha contra el terrorismo como herramienta para su empoderamiento.
Delegaciones como Arabia Saudí e Iraq defendían que el papel de la mujer en sus culturas era diferente y que, desde su punto de vista, no había motivos para incluir tal punto en la Resolución final. Concretamente, trataron de tumbar la medida y de modificarla mediante dos enmiendas. Finalmente, el artículo no fue alterado y la lucha feminista pudo ganar una nueva batalla.
El Proyecto de Resolución
La Resolución aprobada está dividida en cuatro bloques temáticos. El primero de ellos especifica la definición universal del terrorismo, todo un hito en la política internacional. En segundo lugar, se especifican las medidas de prevención, de entre las que destacan la educación basada en los Derechos Humanos, la cooperación internacional y el intercambio de información o el ya mencionado papel de la mujer. Finalmente, se expresan las medidas necesarias para la mitigación y las medidas de reconstrucción, centradas en ayuda a las víctimas del terrorismo y protección del patrimonio cultural.
Las enmiendas
Las dos enmiendas de adhesión al Proyecto fueron consideradas como amistosas y pasaron a formar parte de este directamente. La primera de ellas implanta medidas para el desarme nuclear y la lucha contra el terrorismo nuclear, mientras que la segunda trataría la protección de los refugiados frente al terrorismo.
Dos de las enmiendas no aprobadas estaban referidas a la figura de la mujer en los dispositivos antiterroristas. Las delegaciones de Iraq y Arabia Saudí buscaban con ellas la eliminación de esta cláusula porque, en palabras del Estado saudí, “la presencia de la mujer no es necesaria, ni siquiera en esta delegación” (la delegación de Arabia Saudí está representada por dos mujeres). Finalmente, la tercera enmienda no aprobada buscaba modificar la Resolución para incluir el fomento de la cultura y la religión en la educación.
El documento, defendido por Noruega, Estados Unidos e Israel, este último con especial interés de por despejar las acusaciones de su financiación al terrorismo en Libia, sería finalmente aprobado con dos enmiendas. Pese a su claro corte occidentalista, sus redactores defienden que se ha elaborado aunando ideas de todos los países presentes en el Comité, aunque Estados como Nigeria e Iraq protestaron por la falta de representación de los Estados africanos y orientales.
Uno de los puntos más debatidos de la Resolución fue el número 5, referente a la participación de la mujer en los dispositivos antiterroristas para fomentar su empoderamiento y mejorar la protección de las mujeres ante el terrorismo.
(La Comisión Jurídica) […]Apoya la inclusión de la mujer en los organismos dedicados a la lucha contra el terrorismo como herramienta para su empoderamiento.
Delegaciones como Arabia Saudí e Iraq defendían que el papel de la mujer en sus culturas era diferente y que, desde su punto de vista, no había motivos para incluir tal punto en la Resolución final. Concretamente, trataron de tumbar la medida y de modificarla mediante dos enmiendas. Finalmente, el artículo no fue alterado y la lucha feminista pudo ganar una nueva batalla.
El Proyecto de Resolución
La Resolución aprobada está dividida en cuatro bloques temáticos. El primero de ellos especifica la definición universal del terrorismo, todo un hito en la política internacional. En segundo lugar, se especifican las medidas de prevención, de entre las que destacan la educación basada en los Derechos Humanos, la cooperación internacional y el intercambio de información o el ya mencionado papel de la mujer. Finalmente, se expresan las medidas necesarias para la mitigación y las medidas de reconstrucción, centradas en ayuda a las víctimas del terrorismo y protección del patrimonio cultural.
Las enmiendas
Las dos enmiendas de adhesión al Proyecto fueron consideradas como amistosas y pasaron a formar parte de este directamente. La primera de ellas implanta medidas para el desarme nuclear y la lucha contra el terrorismo nuclear, mientras que la segunda trataría la protección de los refugiados frente al terrorismo.
Dos de las enmiendas no aprobadas estaban referidas a la figura de la mujer en los dispositivos antiterroristas. Las delegaciones de Iraq y Arabia Saudí buscaban con ellas la eliminación de esta cláusula porque, en palabras del Estado saudí, “la presencia de la mujer no es necesaria, ni siquiera en esta delegación” (la delegación de Arabia Saudí está representada por dos mujeres). Finalmente, la tercera enmienda no aprobada buscaba modificar la Resolución para incluir el fomento de la cultura y la religión en la educación.
Amenaza de atentado terrorista internacional
Una serie de comunicados urgentes llegan al Consejo de Seguridad alertando de varios atentados inminentes con financiación occidental. Ariane Suárez – 14 de abril de 2021
14 de abril de 2021, Ariane Suárez
En la pasada sesión del Consejo de Seguridad, el Comité terminaba dividido con dos propuestas de resolución incipientes. Tanto el grupo de Oriente Medio como el Occidental y sus aliados mantenían ciertos puntos en común, pero sus desavenencias eran notables.
La tercera sesión del Comité comenzó sin una línea de debate clara. La definición del terrorismo, la lista GAFI, la ciberseguridad, todos estos asuntos eran tratados sin orden alguno y sin perspectivas de llegar a acuerdo. Sin embargo, de súbito, un comunicado urgente que cambiaría el curso de los acontecimientos es presentado ante el Comité.
El comunicado urgente
El comunicado en cuestión, transmitido al equipo de prensa por fuentes de la INTERPOL, advertía a los Estados presentes de la presunta financiación aportada por países Occidentales a organizaciones terroristas en África y Oriente Medio. Dicha actividad sería llevada a cabo con el fin de fomentar la inestabilidad y la desigualdad en esos territorios. Además, concretamente, las informaciones apuntaban a un inminente ataque terrorista en Libia sufragado por las arcas del Estado de Israel.
Tras esta revelación el escándalo y la inseguridad se propagaron por el Comité. Con las naciones Africanas y de Oriente Medio acusando a Occidente, mientras los países occidentales se cerraban en banda y negaban su financiación al terrorismo. En concreto, resaltaron las posturas de Israel y Estados Unidos, los cuales hicieron especial inciso en que no eran más que rumores sin fundamento y que la lucha antiterrorista de ambas naciones era más que reconocida. No obstante, Estados Unidos, en declaraciones exclusivas a prensa se desvinculaba un tanto de su aliado y, aunque defiende su presunción de inocencia, recuerda que “el mayor aliado de Estados Unidos es la libertad”.
Nuevas actualizaciones
A medida que el debate se acaloraba, a la Comisión Jurídica iban llegando nuevos datos que apuntaban a un posible conocimiento de este atentado por parte de los servicios de inteligencia de Alemania, Irlanda y Noruega. Con ello se demostraba que el intercambio de información en materia de terrorismo no es tal, por lo que el Consejo de dispone a trabajar en la materia.
Posteriormente, fuentes internacionales actualizaron la información y alertaban de la detección de material de fabricación de explosivos en territorio libio. La entrada tuvo lugar por la localidad de Tajarhi a través de la frontera con Níger y procedente de Nigeria. Ante esta precipitación de los acontecimientos, las delegaciones decidieron comenzar a trabajar en la redacción de una directiva o serie de medidas para frenar la amenaza.
La crisis final
Los Estados presentes parecían haber llegado a un acuerdo de medidas de colaboración militar en Libia. El compendio fue presentado por las delegaciones de Noruega, Estados Unidos, Alemania y Corea del Sur, destacando la ausencia de Libia en dicha propuesta. Sin embargo, el grupo aseguraba contar con el apoyo libio y esta nación solo expresó sus preocupaciones por el cese inmediato de la injerencia militar extranjera una vez atajada la situación.
El tan esperado consenso parecía haber sido alcanzado, cuando nuevas fuentes ampliaron que el material explosivo había sido distribuido por varios países de Oriente Medio y África. La amenaza, en adelante, cobraría un carácter internacional y el riesgo de un ataque terrorista coordinado era más que evidente.
Ahora, más que nunca, las naciones del Consejo de Seguridad deberán actuar sin demora para terminar con el peligro. Sin embargo, el acuerdo no parece tan claro y las proclamas de cooperación urgente no parecen más que letras sobre papel mojado.
La tercera sesión del Comité comenzó sin una línea de debate clara. La definición del terrorismo, la lista GAFI, la ciberseguridad, todos estos asuntos eran tratados sin orden alguno y sin perspectivas de llegar a acuerdo. Sin embargo, de súbito, un comunicado urgente que cambiaría el curso de los acontecimientos es presentado ante el Comité.
El comunicado urgente
El comunicado en cuestión, transmitido al equipo de prensa por fuentes de la INTERPOL, advertía a los Estados presentes de la presunta financiación aportada por países Occidentales a organizaciones terroristas en África y Oriente Medio. Dicha actividad sería llevada a cabo con el fin de fomentar la inestabilidad y la desigualdad en esos territorios. Además, concretamente, las informaciones apuntaban a un inminente ataque terrorista en Libia sufragado por las arcas del Estado de Israel.
Tras esta revelación el escándalo y la inseguridad se propagaron por el Comité. Con las naciones Africanas y de Oriente Medio acusando a Occidente, mientras los países occidentales se cerraban en banda y negaban su financiación al terrorismo. En concreto, resaltaron las posturas de Israel y Estados Unidos, los cuales hicieron especial inciso en que no eran más que rumores sin fundamento y que la lucha antiterrorista de ambas naciones era más que reconocida. No obstante, Estados Unidos, en declaraciones exclusivas a prensa se desvinculaba un tanto de su aliado y, aunque defiende su presunción de inocencia, recuerda que “el mayor aliado de Estados Unidos es la libertad”.
Nuevas actualizaciones
A medida que el debate se acaloraba, a la Comisión Jurídica iban llegando nuevos datos que apuntaban a un posible conocimiento de este atentado por parte de los servicios de inteligencia de Alemania, Irlanda y Noruega. Con ello se demostraba que el intercambio de información en materia de terrorismo no es tal, por lo que el Consejo de dispone a trabajar en la materia.
Posteriormente, fuentes internacionales actualizaron la información y alertaban de la detección de material de fabricación de explosivos en territorio libio. La entrada tuvo lugar por la localidad de Tajarhi a través de la frontera con Níger y procedente de Nigeria. Ante esta precipitación de los acontecimientos, las delegaciones decidieron comenzar a trabajar en la redacción de una directiva o serie de medidas para frenar la amenaza.
La crisis final
Los Estados presentes parecían haber llegado a un acuerdo de medidas de colaboración militar en Libia. El compendio fue presentado por las delegaciones de Noruega, Estados Unidos, Alemania y Corea del Sur, destacando la ausencia de Libia en dicha propuesta. Sin embargo, el grupo aseguraba contar con el apoyo libio y esta nación solo expresó sus preocupaciones por el cese inmediato de la injerencia militar extranjera una vez atajada la situación.
El tan esperado consenso parecía haber sido alcanzado, cuando nuevas fuentes ampliaron que el material explosivo había sido distribuido por varios países de Oriente Medio y África. La amenaza, en adelante, cobraría un carácter internacional y el riesgo de un ataque terrorista coordinado era más que evidente.
Ahora, más que nunca, las naciones del Consejo de Seguridad deberán actuar sin demora para terminar con el peligro. Sin embargo, el acuerdo no parece tan claro y las proclamas de cooperación urgente no parecen más que letras sobre papel mojado.
UN CONSENSO ENTRE TENSIONES
El Consejo de Seguridad comienza su primera jornada de sesiones con un intenso debate sobre terrorismo internacional, pero los enfrentamientos entre Estados dificultan el acuerdo.
13 de abril de 2021, Ariane Suárez
La Comisión Jurídica reabre sus puertas con ligeros cambios para afrontar el COVID. Especialmente, el mantenimiento de la ventilación en el Comité ha sido fuente de temblores entre los delegados, pero este frío pronto ha quedado olvidado ante el calor de las declaraciones.
Por consenso, El cambio de perspectiva en la lucha contra el terrorismo internacional ha sido el tema que ha abierto el debate. Al respecto, la tónica general de los Estados fue la de apostar por la cooperación internacional, el intercambio de información en materia de terrorismo y la implantación de medidas de prevención centradas en la educación. Sin embargo, no todo ha sido acuerdo, pues Iraq acusa a las naciones occidentales, especialmente Estados Unidos, Israel y Gran Bretaña (ausente en la sesión) de centrar la lucha contra el terrorismo en su propia óptica y de lucrarse con ello. Así pues, esta delegación destaca que “el terrorismo no entiende de culturas” y que la lucha contra esta lacra debe de favorecer el desarrollo de cada uno de los Estados y no estar controlada por las grandes potencias.
“El terrorismo no entiende de culturas”
El debate continuó en aumento con las declaraciones de Estados Unidos e Israel. El primero estableció líneas claras de actuación centradas en la adaptación de los sistemas de lucha a las nuevas formas de terrorismo y la definición concreta e internacional del concepto. Además, negó el control de soberanía sobre otros Estados del que se le acusaba. Por su parte, Israel defendió su papel en la lucha contra organizaciones terroristas como la Organización para la Liberación Palestina (OLP) o Hezbolá y destacó la necesidad de tomar medidas a corto plazo para atacar efectivamente tanto a las células extremistas violentas como a los “Estados abiertamente participantes del terrorismo”.
No obstante, estas diferencias no pudieron con el afán de la cooperación internacional antiterrorista y, en líneas generales, el debate estuvo dirigido hacia la correcta lucha contra el problema tanto de forma cooperativa como interna. El terrorismo no solo no entiende de fronteras, sino que afecta a todos por igual y la protección de los Derechos Humanos es una lucha de todos los Estados.
Medidas concretas contra el terrorismo.
Los Estados presentes coincidieron nuevamente en la necesidad de establecer cuáles serían las medidas específicas a discutir y llevar a cabo. Porque las palabras se las lleva el viento, pero las acciones no.
La línea de actuación más destacada fue la apuesta por la educación como medida de prevención, aunque cada una de las potencias tenía su propia percepción al respecto. La educación es un asunto delicado y, por ello, muchas de las delegaciones estaban dispuestas a cooperar en la materia, pero siempre que no se atentase contra su soberanía y que el modelo educativo se adaptase a cada situación.
Las ayudas e impulsos socioeconómicos fueron también uno de los principales puntos demandados por los países especialmente afectados por el terrorismo. Mientras que las naciones occidentalizadas apostaron más por la renovación de las fuerzas de seguridad y el apoyo económico.
En conclusión, la ciberseguridad, la adaptación, la prevención, la cooperación y el intercambio de información son medidas necesarias para luchar contra el terrorismo en las que coincide la mayoría del Comité. Sin embargo, aún está por determinar si las rencillas internas entre Estados serán un impedimento para lograrlas o si los miembros del Consejo de Seguridad serán capaces de superarlas y alcanzar una resolución.
Por consenso, El cambio de perspectiva en la lucha contra el terrorismo internacional ha sido el tema que ha abierto el debate. Al respecto, la tónica general de los Estados fue la de apostar por la cooperación internacional, el intercambio de información en materia de terrorismo y la implantación de medidas de prevención centradas en la educación. Sin embargo, no todo ha sido acuerdo, pues Iraq acusa a las naciones occidentales, especialmente Estados Unidos, Israel y Gran Bretaña (ausente en la sesión) de centrar la lucha contra el terrorismo en su propia óptica y de lucrarse con ello. Así pues, esta delegación destaca que “el terrorismo no entiende de culturas” y que la lucha contra esta lacra debe de favorecer el desarrollo de cada uno de los Estados y no estar controlada por las grandes potencias.
“El terrorismo no entiende de culturas”
El debate continuó en aumento con las declaraciones de Estados Unidos e Israel. El primero estableció líneas claras de actuación centradas en la adaptación de los sistemas de lucha a las nuevas formas de terrorismo y la definición concreta e internacional del concepto. Además, negó el control de soberanía sobre otros Estados del que se le acusaba. Por su parte, Israel defendió su papel en la lucha contra organizaciones terroristas como la Organización para la Liberación Palestina (OLP) o Hezbolá y destacó la necesidad de tomar medidas a corto plazo para atacar efectivamente tanto a las células extremistas violentas como a los “Estados abiertamente participantes del terrorismo”.
No obstante, estas diferencias no pudieron con el afán de la cooperación internacional antiterrorista y, en líneas generales, el debate estuvo dirigido hacia la correcta lucha contra el problema tanto de forma cooperativa como interna. El terrorismo no solo no entiende de fronteras, sino que afecta a todos por igual y la protección de los Derechos Humanos es una lucha de todos los Estados.
Medidas concretas contra el terrorismo.
Los Estados presentes coincidieron nuevamente en la necesidad de establecer cuáles serían las medidas específicas a discutir y llevar a cabo. Porque las palabras se las lleva el viento, pero las acciones no.
La línea de actuación más destacada fue la apuesta por la educación como medida de prevención, aunque cada una de las potencias tenía su propia percepción al respecto. La educación es un asunto delicado y, por ello, muchas de las delegaciones estaban dispuestas a cooperar en la materia, pero siempre que no se atentase contra su soberanía y que el modelo educativo se adaptase a cada situación.
Las ayudas e impulsos socioeconómicos fueron también uno de los principales puntos demandados por los países especialmente afectados por el terrorismo. Mientras que las naciones occidentalizadas apostaron más por la renovación de las fuerzas de seguridad y el apoyo económico.
En conclusión, la ciberseguridad, la adaptación, la prevención, la cooperación y el intercambio de información son medidas necesarias para luchar contra el terrorismo en las que coincide la mayoría del Comité. Sin embargo, aún está por determinar si las rencillas internas entre Estados serán un impedimento para lograrlas o si los miembros del Consejo de Seguridad serán capaces de superarlas y alcanzar una resolución.