Acaba la IX edición del URJCmun
16 de abril de 2021, Naroa Caro
La sesión de mañana en el comité de Derechos Humanos ha sido breve y poco incidentada. Se han continuado haciendo propuestas generales para conseguir el fin del tráfico humano. Indonesia y Estados Unidos han puesto énfasis en la necesidad de controles fronterizos más estrictos para detectar los coladeros de trata. La delegación china ha acusado a los países receptores de permitir el tráfico humano por beneficio económico.
La propuesta más debatida ha sido la de Corea del Sur, que ha sugerido crear legislación común para sancionar a los que permitan la trata. Japón ha recalcado la importancia de la educación en estas situaciones, pero la delegación siria ha dudado de la eficacia de un proyecto educativo. Los países en zonas en guerra han pedido poner el foco en la resolución de los conflictos armados.
Antes de la ceremonia de clausura, los delegados han participado en una sesión informal en la que no han faltado los retos y el reparto de claveles. Después, se ha visionado un video del secretariado agradeciendo el esfuerzo de estos días que ha concluido con la promesa de una nueva edición llena de sorpresas el año que viene. La chair y co-chair del comité han dado un emotivo discurso resumiendo los mejores momentos de esta novena edición, y el equipo de staff ha felicitado a los delegados por el trabajo realizado.
Las chairs han repartido los premios formales a las delegaciones más destacables por su labor en el debate. Además, los delegados han votado otra serie de premios informales para sus compañeros. Los últimos minutos de la edición se han dedicado a varios retos propuestos por los propios delegados. Así, ha acabado el URJCmun 2021, con una mezcla de tristeza por el final y orgullo por el trabajo realizado.
La propuesta más debatida ha sido la de Corea del Sur, que ha sugerido crear legislación común para sancionar a los que permitan la trata. Japón ha recalcado la importancia de la educación en estas situaciones, pero la delegación siria ha dudado de la eficacia de un proyecto educativo. Los países en zonas en guerra han pedido poner el foco en la resolución de los conflictos armados.
Antes de la ceremonia de clausura, los delegados han participado en una sesión informal en la que no han faltado los retos y el reparto de claveles. Después, se ha visionado un video del secretariado agradeciendo el esfuerzo de estos días que ha concluido con la promesa de una nueva edición llena de sorpresas el año que viene. La chair y co-chair del comité han dado un emotivo discurso resumiendo los mejores momentos de esta novena edición, y el equipo de staff ha felicitado a los delegados por el trabajo realizado.
Las chairs han repartido los premios formales a las delegaciones más destacables por su labor en el debate. Además, los delegados han votado otra serie de premios informales para sus compañeros. Los últimos minutos de la edición se han dedicado a varios retos propuestos por los propios delegados. Así, ha acabado el URJCmun 2021, con una mezcla de tristeza por el final y orgullo por el trabajo realizado.
Tensión en el comité por el secuestro de la delegación de Indonesia
15 de abril de 2021, Naroa Caro
Tras un minuto de silencio en recuerdo del recientemente fallecido duque de Edimburgo, la comisión de Derechos Humanos ha retomado el debate sobre el proyecto redactado el día anterior para el cuidado de la salud mental en la comunidad LGTBQI+. La delegación de Marruecos, en nombre de los países musulmanes, ha presentado siete enmiendas, especialmente centradas en el papel de las autoridades religiosas en la organización. Finalmente se ha votado y aprobado el texto final de la resolución.
Después de la aprobación los delegados han pasado a discutir sobre el tráfico humano en zonas de conflicto como la región MENA. La mayoría de delegaciones han aprovechado la primera ronda de intervenciones para condenar la participación en este tipo de delitos y para expresar su compromiso para colaborar con el resto de naciones en su erradicación.
Al reanudar la sesión después de un descanso a media mañana, la comisión se ha encontrado con que la delegación indonesia ha sido secuestrada previamente a publicar un informe sobre el destino de las víctimas de trata en el archipiélago de Krakatoa. Estados Unidos y Italia han sido objetivo de las sospechas del resto de delegados, ya que dicho informe señalaba a estas naciones como los principales receptores del tráfico humano. A pesar de que ambas delegaciones negaran la participación de sus respectivos gobiernos en el secuestro, la hostilidad ha ido creciendo en el ambiente del comité, llegando Siria a solicitar la pena de muerte para los delegados sospechosos. Se ha acusado a varios países receptores de tráfico humano de beneficiarse de este y a algunos emisores de permitirlo.
La liberación de la delegación de Indonesia ha calmado las tensiones entre naciones y el debate a continuado centrándose en la creación de un plan de rescate para los 20.000 secuestrados en Krakatoa. Canadá se ha ofrecido para liderar una coalición internacional con este fin, argumentando que su imparcialidad podría resultar beneficiosa. Países como Indonesia y Marruecos se han opuesto a esta opción ya que no consideran que una nación que no se ve directamente afectada por el problema deba tener un puesto tan relevante. Aunque también se ha propuesto como líder, las acusaciones al gobierno sirio de estar involucrado en el tráfico de órganos le han restado credibilidad. Finalmente, se ha acordado que cada país aporte material militar, personal sanitario y especialistas de acuerdo con sus posibilidades.
El resto de debate se ha centrado en el tráfico humano en zonas en guerra. Estados Unidos ha resaltado la importancia de diferenciar la prostitución de la trata. China ha señalado la importancia del componente económico y ha sugerido garantizar las necesidades básicas de las personas vulnerables a ser víctima de trata. La delegación surcoreana ha apostado por organizar misiones de paz para evitar el tráfico humano con fines militares.
Después de la aprobación los delegados han pasado a discutir sobre el tráfico humano en zonas de conflicto como la región MENA. La mayoría de delegaciones han aprovechado la primera ronda de intervenciones para condenar la participación en este tipo de delitos y para expresar su compromiso para colaborar con el resto de naciones en su erradicación.
Al reanudar la sesión después de un descanso a media mañana, la comisión se ha encontrado con que la delegación indonesia ha sido secuestrada previamente a publicar un informe sobre el destino de las víctimas de trata en el archipiélago de Krakatoa. Estados Unidos y Italia han sido objetivo de las sospechas del resto de delegados, ya que dicho informe señalaba a estas naciones como los principales receptores del tráfico humano. A pesar de que ambas delegaciones negaran la participación de sus respectivos gobiernos en el secuestro, la hostilidad ha ido creciendo en el ambiente del comité, llegando Siria a solicitar la pena de muerte para los delegados sospechosos. Se ha acusado a varios países receptores de tráfico humano de beneficiarse de este y a algunos emisores de permitirlo.
La liberación de la delegación de Indonesia ha calmado las tensiones entre naciones y el debate a continuado centrándose en la creación de un plan de rescate para los 20.000 secuestrados en Krakatoa. Canadá se ha ofrecido para liderar una coalición internacional con este fin, argumentando que su imparcialidad podría resultar beneficiosa. Países como Indonesia y Marruecos se han opuesto a esta opción ya que no consideran que una nación que no se ve directamente afectada por el problema deba tener un puesto tan relevante. Aunque también se ha propuesto como líder, las acusaciones al gobierno sirio de estar involucrado en el tráfico de órganos le han restado credibilidad. Finalmente, se ha acordado que cada país aporte material militar, personal sanitario y especialistas de acuerdo con sus posibilidades.
El resto de debate se ha centrado en el tráfico humano en zonas en guerra. Estados Unidos ha resaltado la importancia de diferenciar la prostitución de la trata. China ha señalado la importancia del componente económico y ha sugerido garantizar las necesidades básicas de las personas vulnerables a ser víctima de trata. La delegación surcoreana ha apostado por organizar misiones de paz para evitar el tráfico humano con fines militares.
La comisión de derechos humanos se acerca a un acuerdo para la creación de un observatorio para la salud mental en la comunidad LGTBIQ+
14 de abril de 2021, Naroa Caro
A las diez de la mañana de hoy ha comenzado una nueva sesión en el comité de Derechos Humanos. Se ha continuado debatiendo sobre la creación de un observatorio de salud mental para la comunidad LGTBIQ+ mundial. Desde el primer momento, las delegaciones de Estados Unidos y Reino Unido han resaltado la necesidad de llegar a un consenso a nivel global en cuanto a la educación sobre el colectivo.
Después de un caucus no moderado y un descanso para tomar café, Corea del Sur ha propuesto, en nombre de los países asiáticos, una serie de medidas complementarias a la creación del observatorio. Estas medidas consistirían en asentar las bases de la educación sobre la diversidad de orientaciones sexuales y en recomendaciones de leyes nacionales. La delegación de Reino Unido ha cuestionado que iniciativas tan generales garantizaran resultados a largo plazo.
La delegación china ha acusado a los países orientales de no proponer vías concretas para mejorar la situación del colectivo LGTBQI+. Indonesia ha respondido explicando que en los países menos avanzados en inclusión social es necesario tomar medidas básicas para seguir progresando. México, India y Brasil han recalcado que impera permitir cierta flexibilidad a los países para que decidan como aplicar esta nueva legislación. Han recordado que no pretenden permitir que se les impongan ideas políticas desde occidente. Los delegados japoneses han recordado que se debe tener en cuenta la situación económica de cada país a la hora de decidir las fuentes de financiación del proyecto.
La delegación de Corea del Sur ha abogado por realizar un esfuerzo para unir las posiciones orientales y occidentales en una resolución. Países como Italia y Francia han expresado su compromiso y confianza en el proyecto. También han admitido la necesidad de prestar atención a los problemas presentes en los países en desarrollo. La delegación china ha destacado la falta de protección a las personas LGTBQI+ en áreas rurales de varios países, aunque naciones como Siria han manifestado que no consideran esta situación especialmente relevante.
Durante el resto del debate, la inclusión de autoridades religiosas en el nuevo observatorio ha sido un tema recurrente. Marruecos, India e Indonesia han insistido en la necesidad de su presencia en la organización. La delegación de México ha planteado la posibilidad de delegar a cada país la decisión de incluir o no un consejero perteneciente a una institución religiosa en la creación de su legislación, pero excluirlos del comité que establecerá el marco común entre las naciones.
Finalmente, tras la comida y las fotos de los delegados, se ha establecido un caucus no moderado para que los países puedan redactar un anteproyecto de resolución. Las cláusulas más destacables de esta resolución han sido la creación de un observatorio que cuente con especialistas para adaptar las decisiones tomadas a la cultura de cada país, una serie de leyes que se recomienda que adopten los firmantes y una especial atención a la situación de las personas LGTBQI+ en zonas rurales empobrecidas y campos de refugiados.
Después de un caucus no moderado y un descanso para tomar café, Corea del Sur ha propuesto, en nombre de los países asiáticos, una serie de medidas complementarias a la creación del observatorio. Estas medidas consistirían en asentar las bases de la educación sobre la diversidad de orientaciones sexuales y en recomendaciones de leyes nacionales. La delegación de Reino Unido ha cuestionado que iniciativas tan generales garantizaran resultados a largo plazo.
La delegación china ha acusado a los países orientales de no proponer vías concretas para mejorar la situación del colectivo LGTBQI+. Indonesia ha respondido explicando que en los países menos avanzados en inclusión social es necesario tomar medidas básicas para seguir progresando. México, India y Brasil han recalcado que impera permitir cierta flexibilidad a los países para que decidan como aplicar esta nueva legislación. Han recordado que no pretenden permitir que se les impongan ideas políticas desde occidente. Los delegados japoneses han recordado que se debe tener en cuenta la situación económica de cada país a la hora de decidir las fuentes de financiación del proyecto.
La delegación de Corea del Sur ha abogado por realizar un esfuerzo para unir las posiciones orientales y occidentales en una resolución. Países como Italia y Francia han expresado su compromiso y confianza en el proyecto. También han admitido la necesidad de prestar atención a los problemas presentes en los países en desarrollo. La delegación china ha destacado la falta de protección a las personas LGTBQI+ en áreas rurales de varios países, aunque naciones como Siria han manifestado que no consideran esta situación especialmente relevante.
Durante el resto del debate, la inclusión de autoridades religiosas en el nuevo observatorio ha sido un tema recurrente. Marruecos, India e Indonesia han insistido en la necesidad de su presencia en la organización. La delegación de México ha planteado la posibilidad de delegar a cada país la decisión de incluir o no un consejero perteneciente a una institución religiosa en la creación de su legislación, pero excluirlos del comité que establecerá el marco común entre las naciones.
Finalmente, tras la comida y las fotos de los delegados, se ha establecido un caucus no moderado para que los países puedan redactar un anteproyecto de resolución. Las cláusulas más destacables de esta resolución han sido la creación de un observatorio que cuente con especialistas para adaptar las decisiones tomadas a la cultura de cada país, una serie de leyes que se recomienda que adopten los firmantes y una especial atención a la situación de las personas LGTBQI+ en zonas rurales empobrecidas y campos de refugiados.
Occidente y oriente, enfrentados por los derechos LGBT
13 de abril de 2021, Naroa Caro
La primera jornada de la novena edición del URJCmun ha comenzado con un video presentación especialmente centrado en la pandemia del covid-19 y su impacto, además de en los retos globales para los que se busca solución en el modelo. Tras unas breves presentaciones y explicaciones del protocolo, el comité CDH 2 ha pasado a establecer la agenda.
A petición de la delegación de Canada, se ha aprobado comenzar el debate con el tema de los derechos de la comunidad LGBTIQ+. La mayoría de países occidentales han utilizado su primera intervención para expresar su compromiso con este colectivo y para mencionar los avances legales en los últimos años. Otras naciones, en cambio, le han restado importancia al tema y han sugerido que existen problemas más relevantes que tratar.
Los países se han dividido en dos bloques: los que reconocen la existencia del colectivo LGTBQI+ y los que no. Los delegados de Italia y Japón entre otros han afirmado que la falta de reconocimiento del colectivo también implica una falta de visibilización de la violencia contra este colectivo. La delegación de Indonesia se ha mantenido en su postura, defendiendo que identificar a las personas que no sean heterosexuales en un colectivo diferente es una forma de discriminación de por si. Siria ha argumentado que la creación de leyes específicas para esta comunidad no es necesaria, sino garantizan los derechos humanos en general.
A continuación, Reino Unido ha acusado a otros países de poner la preservación de su cultura por encima de los derechos humanos. La delegación China ha resaltado el arraigo de la tradición en su sociedad para justificar las políticas que se hacen basándose en esta. Marruecos y Siria achacado a países como Canadá y Estados Unidos intentar imponer una moral occidental en la legislación de países orientales, especialmente por restarles soberanía en los asuntos que se relacionados con la religión. La delegación india ha insistido en que este tipo de debates resta espacio a discusiones más urgentes sobre problemas en países en desarrollo.
Después de una pausa para comer, se ha propuesto la creación de una organización supranacional para el cuidado de la salud mental de las personas LGTBQI+. Indonesia ha criticado la propuesta por considerar que no se está teniendo en cuenta la situación económica de los países en desarrollo. La jornada ha finalizado con un debate sobre las condiciones y la financiación de este proyecto.
A petición de la delegación de Canada, se ha aprobado comenzar el debate con el tema de los derechos de la comunidad LGBTIQ+. La mayoría de países occidentales han utilizado su primera intervención para expresar su compromiso con este colectivo y para mencionar los avances legales en los últimos años. Otras naciones, en cambio, le han restado importancia al tema y han sugerido que existen problemas más relevantes que tratar.
Los países se han dividido en dos bloques: los que reconocen la existencia del colectivo LGTBQI+ y los que no. Los delegados de Italia y Japón entre otros han afirmado que la falta de reconocimiento del colectivo también implica una falta de visibilización de la violencia contra este colectivo. La delegación de Indonesia se ha mantenido en su postura, defendiendo que identificar a las personas que no sean heterosexuales en un colectivo diferente es una forma de discriminación de por si. Siria ha argumentado que la creación de leyes específicas para esta comunidad no es necesaria, sino garantizan los derechos humanos en general.
A continuación, Reino Unido ha acusado a otros países de poner la preservación de su cultura por encima de los derechos humanos. La delegación China ha resaltado el arraigo de la tradición en su sociedad para justificar las políticas que se hacen basándose en esta. Marruecos y Siria achacado a países como Canadá y Estados Unidos intentar imponer una moral occidental en la legislación de países orientales, especialmente por restarles soberanía en los asuntos que se relacionados con la religión. La delegación india ha insistido en que este tipo de debates resta espacio a discusiones más urgentes sobre problemas en países en desarrollo.
Después de una pausa para comer, se ha propuesto la creación de una organización supranacional para el cuidado de la salud mental de las personas LGTBQI+. Indonesia ha criticado la propuesta por considerar que no se está teniendo en cuenta la situación económica de los países en desarrollo. La jornada ha finalizado con un debate sobre las condiciones y la financiación de este proyecto.