EL COMPROMISO DE LAS DELEGACIONES PERMITE LLEGAR A FIRMES RESOLUCIONES.
16 de abril de 2021, Paula Alás
Comienza la sesión del último día del modelo de Naciones Unidas de la Universidad Rey Juan Carlos, con acuerdos firmes por parte de las delegaciones. La sesión anterior dejó un buen sabor de boca entre las naciones, que lograron poner solución a la crisis acontecida en el comité a raíz de la publicación de un reportaje acerca de la crisis de tráfico humano sirio. Finalmente, se consiguió llegar a un anexo de resolución aprobado con veinticuatro votos a favor y únicamente con el voto de Israel en contra.
Se ha abierto la sesión con negociaciones entre las delegaciones, ha sido a mitad de la mañana cuando se ha conseguido crear un proyecto de resolución final entre las naciones, mostrando su gran compromiso con la causa por la rápida toma de decisiones.
La resolución aprobada posee cuatro pilares fundamentales basados en medidas para la detección y prevención, el emprendimiento de acciones para el tráfico humano, medidas para la reinserción de las víctimas y, por último, el desarrollo de los métodos de financiación.
Destacan como propuestas concretas la necesidad de la creación de campañas de sensibilización y la creación de una base de datos común entre estados, instando el documento a la colaboración estrecha con ACNUR y por crear una plataforma de unidad internacional de coordinación para las víctimas de trata. Se busca con esta resolución la creación de un mecanismo subsidiario, “la Plataforma de Diálogo y Cooperación Contra la Trata de Personas” para tratar esta problemática con la creación de un foro de expertos en la lucha contra el tráfico.
La votación de esta resolución ha resultado exitosa, con un total de 23 votos a favor, y únicamente la abstención de Corea y el voto en contra de Pakistán, tratando de manera muy efectiva uno de los mayores conflictos latentes en nuestra sociedad, el tráfico humano en las zonas de conflicto. Cabe felicitar el compromiso y la valentía de las delegaciones para llegar a resoluciones exitosas y que, sin duda, mejorarán la situación de millones de personas en el planeta.
Una vez concluida la sesión formal, se ha dado paso a una sesión informal en la que no ha faltado diversión, bailes y risas. Así se despide la novena edición del modelo de Naciones Unidas, que deja sensación de satisfacción entre los delegados. ¡El año que viene más, y mejor!
Y recordad, “todos tenemos la capacidad para hacer un pequeño pero importante cambio”.
Se ha abierto la sesión con negociaciones entre las delegaciones, ha sido a mitad de la mañana cuando se ha conseguido crear un proyecto de resolución final entre las naciones, mostrando su gran compromiso con la causa por la rápida toma de decisiones.
La resolución aprobada posee cuatro pilares fundamentales basados en medidas para la detección y prevención, el emprendimiento de acciones para el tráfico humano, medidas para la reinserción de las víctimas y, por último, el desarrollo de los métodos de financiación.
Destacan como propuestas concretas la necesidad de la creación de campañas de sensibilización y la creación de una base de datos común entre estados, instando el documento a la colaboración estrecha con ACNUR y por crear una plataforma de unidad internacional de coordinación para las víctimas de trata. Se busca con esta resolución la creación de un mecanismo subsidiario, “la Plataforma de Diálogo y Cooperación Contra la Trata de Personas” para tratar esta problemática con la creación de un foro de expertos en la lucha contra el tráfico.
La votación de esta resolución ha resultado exitosa, con un total de 23 votos a favor, y únicamente la abstención de Corea y el voto en contra de Pakistán, tratando de manera muy efectiva uno de los mayores conflictos latentes en nuestra sociedad, el tráfico humano en las zonas de conflicto. Cabe felicitar el compromiso y la valentía de las delegaciones para llegar a resoluciones exitosas y que, sin duda, mejorarán la situación de millones de personas en el planeta.
Una vez concluida la sesión formal, se ha dado paso a una sesión informal en la que no ha faltado diversión, bailes y risas. Así se despide la novena edición del modelo de Naciones Unidas, que deja sensación de satisfacción entre los delegados. ¡El año que viene más, y mejor!
Y recordad, “todos tenemos la capacidad para hacer un pequeño pero importante cambio”.
OPTIMISMO ANTE LA ADOPCIÓN DE SOLUCIONES FRENTE A LA CRISIS SIRIA.
15 de abril de 2021, Paula Alás
La tercera jornada del modelo de Naciones Unidas de la Universidad Rey Juan Carlos ha sido la más complicada para los delegados del comité de Derechos Humanos. Cuando parecía que se había conseguido llegar a acuerdos sólidos, consiguiendo incluso la aceptación de un proyecto de resolución propuesto por el bloque occidental, los enfrentamientos entre los bloques se han adueñado de la sesión traduciéndose en las negativas de voto de países claves.
A pesar de la cesión ante enmiendas como las propuestas de Pakistán, la enmienda añadida de Canadá y la propuesta indonesia; la resolución final carecería de los dieciséis apoyos necesarios para lograr su aprobación, a causa de las delegaciones que han decidido hacer uso de su derecho de abstención y las oposiciones de Emiratos Árabes, Siria, Corea, Hungría e Indonesia.
Pese a no haber conseguido aprobar la resolución, cabe destacar la evolución de la actitud de las delegaciones hasta el punto de máximo diálogo alcanzado en la sesión hoy acontecida, llegando a firmes acuerdos y buscando establecer medidas que, de ser aprobadas, habrían conseguido una notable mejora del bienestar de los integrantes de la comunidad LGTBIQ+.
A pesar de la conmoción que ha causado en las delegaciones el rechazo de su resolución, los estados han comenzado un nuevo debate acerca del tráfico humano en zonas de conflicto como las regiones MENA, aportando algunas medidas superficiales sin llegar a ninguna decisión concreta, aunque con posiciones no muy dispares entre la mayoría de las delegaciones.
En medio de la búsqueda de soluciones por parte de las delegaciones, ha sido publicado un reportaje con el testimonio real de una mujer siria explotada sexualmente durante años, víctima de las mafias del tráfico humano, causando una grave crisis en el Comité de Derechos Humanos ante las múltiples críticas de los miembros de la comunidad internacional a este comité por no prever esta situación.
El inicio de la crisis internacional ha conseguido que todas las delegaciones se abriesen totalmente al diálogo, dejando a un lado los reproches que se estaban dando entre Siria e Israel, llegando a afirmar este último “que los sirios solucionen ellos solos sus problemas”.
Bélgica ha actuado como mediador entre ambos países, instando a dejar las confrontaciones y a la cooperación entre las naciones para lograr llevar a cabo las medidas propuestas, tales como la creación de una misión especial a manos del Consejo de Seguridad para lidiar con la crisis, crear un foro de expertos para dar con las redes de captación o la creación de una red de colaboración informativa entre los estados. Además de la creación de programas de reinserción de las víctimas, entre otras medidas.
Ya con algunas propuestas sobre la mesa, se ha conseguido adoptar un anexo a la resolución de crisis, aceptada con veinticuatro votos a favor, para solucionar el problema del tráfico de humanos en Alepo, la capital de Siria.
En la próxima sesión se tratará de aceptar una resolución común que consiga aportar soluciones a uno de los problemas globales más graves del siglo XXI, como es el tráfico humano en las zonas de conflicto.
A pesar de la cesión ante enmiendas como las propuestas de Pakistán, la enmienda añadida de Canadá y la propuesta indonesia; la resolución final carecería de los dieciséis apoyos necesarios para lograr su aprobación, a causa de las delegaciones que han decidido hacer uso de su derecho de abstención y las oposiciones de Emiratos Árabes, Siria, Corea, Hungría e Indonesia.
Pese a no haber conseguido aprobar la resolución, cabe destacar la evolución de la actitud de las delegaciones hasta el punto de máximo diálogo alcanzado en la sesión hoy acontecida, llegando a firmes acuerdos y buscando establecer medidas que, de ser aprobadas, habrían conseguido una notable mejora del bienestar de los integrantes de la comunidad LGTBIQ+.
A pesar de la conmoción que ha causado en las delegaciones el rechazo de su resolución, los estados han comenzado un nuevo debate acerca del tráfico humano en zonas de conflicto como las regiones MENA, aportando algunas medidas superficiales sin llegar a ninguna decisión concreta, aunque con posiciones no muy dispares entre la mayoría de las delegaciones.
En medio de la búsqueda de soluciones por parte de las delegaciones, ha sido publicado un reportaje con el testimonio real de una mujer siria explotada sexualmente durante años, víctima de las mafias del tráfico humano, causando una grave crisis en el Comité de Derechos Humanos ante las múltiples críticas de los miembros de la comunidad internacional a este comité por no prever esta situación.
El inicio de la crisis internacional ha conseguido que todas las delegaciones se abriesen totalmente al diálogo, dejando a un lado los reproches que se estaban dando entre Siria e Israel, llegando a afirmar este último “que los sirios solucionen ellos solos sus problemas”.
Bélgica ha actuado como mediador entre ambos países, instando a dejar las confrontaciones y a la cooperación entre las naciones para lograr llevar a cabo las medidas propuestas, tales como la creación de una misión especial a manos del Consejo de Seguridad para lidiar con la crisis, crear un foro de expertos para dar con las redes de captación o la creación de una red de colaboración informativa entre los estados. Además de la creación de programas de reinserción de las víctimas, entre otras medidas.
Ya con algunas propuestas sobre la mesa, se ha conseguido adoptar un anexo a la resolución de crisis, aceptada con veinticuatro votos a favor, para solucionar el problema del tráfico de humanos en Alepo, la capital de Siria.
En la próxima sesión se tratará de aceptar una resolución común que consiga aportar soluciones a uno de los problemas globales más graves del siglo XXI, como es el tráfico humano en las zonas de conflicto.
EL PROYECTO OCCIDENTAL VE LA LUZ TRAS UNA AJUSTADA VOTACIÓN.
14 de abril de 2021, Paula Alás
Se abre la sesión en el segundo día del modelo de Naciones Unidas de la Universidad Rey Juan Carlos, con la voluntad por parte de todas las delegaciones de dejar a un lado las acusaciones cruzadas en la sesión del día anterior y dispuestos a lograr la adopción de una resolución.
Ha comenzado un debate para acercar posturas entre los bloques de pensamiento occidental y oriental en busca de puntos en común, con actitudes más proclives al diálogo y a la cooperación entre estados.
La intervención de Estados Unidos ha marcado una hoja de ruta hacia propuestas flexibles y plausibles para todos, matizando que “las enmiendas son lo que nos puede llevar a la flexibilidad”, siendo apoyado por Canadá, Argentina e Israel entre otros.
Posteriormente se han unido a la propuesta los países europeos y la India, matizando que esta debería incluir la creación de un marco jurídico para la despenalización del colectivo LGTBIQ+ como requisito esencial.
Bélgica ha realizado una propuesta firme acerca de una adopción escalonada de medidas, comenzando por la despenalización, pero adoptándose estas a lo largo del tiempo en función de la evolución del desarrollo social de cada nación.
Por parte de Canadá e Israel se han enumerado medidas concretas que, de ser aplicadas, lograrían una mejora del bienestar de los miembros de la comunidad LGTBIQ+. Lográndose finalmente, crear un anteproyecto de resolución agrupando las propuestas de las delegaciones del bloque occidental a lo largo de la sesión.
En el proyecto destacan las medidas de la creación del Foro sobre Cuestiones del Colectivo de Diversidad Sexual y de Género, así como la creación de un teléfono y aplicación móvil de ayuda, y promover una mejora de la educación mediante charlas y campañas de concienciación. Además de determinar la necesidad de crear un marco jurídico que persiga la despenalización de la homosexualidad y persecución del colectivo.
Pese a los avances conseguidos, los países del bloque oriental han mostrado su negativa a las propuestas occidentales y han elaborado un anteproyecto de resolución alternativo que contempla la realización de un estudio científico acerca de la salud mental de los miembros del colectivo. A su vez, instan a la creación de centros de apoyo psicológico gestionados de acuerdo con las creencias de cada nación, y promueven la “reinserción social” de los individuos del colectivo. Haciendo excesivo hincapié en el respeto de las ideologías, creencias y religiones de cada estado.
A pesar de haber algunas propuestas similares en mayor o menor medida en ambos bloques, la resolución del oriental se ha descartado ante los apoyos insuficientes. Sin embargo, la resolución del bloque occidental ha conseguido los catorce votos mínimos para lograr una mayoría simple y, por tanto, se ha logrado aceptar su resolución, a la espera de la votación de las enmiendas correspondientes que profundicen en las medidas propuestas.
Ha comenzado un debate para acercar posturas entre los bloques de pensamiento occidental y oriental en busca de puntos en común, con actitudes más proclives al diálogo y a la cooperación entre estados.
La intervención de Estados Unidos ha marcado una hoja de ruta hacia propuestas flexibles y plausibles para todos, matizando que “las enmiendas son lo que nos puede llevar a la flexibilidad”, siendo apoyado por Canadá, Argentina e Israel entre otros.
Posteriormente se han unido a la propuesta los países europeos y la India, matizando que esta debería incluir la creación de un marco jurídico para la despenalización del colectivo LGTBIQ+ como requisito esencial.
Bélgica ha realizado una propuesta firme acerca de una adopción escalonada de medidas, comenzando por la despenalización, pero adoptándose estas a lo largo del tiempo en función de la evolución del desarrollo social de cada nación.
Por parte de Canadá e Israel se han enumerado medidas concretas que, de ser aplicadas, lograrían una mejora del bienestar de los miembros de la comunidad LGTBIQ+. Lográndose finalmente, crear un anteproyecto de resolución agrupando las propuestas de las delegaciones del bloque occidental a lo largo de la sesión.
En el proyecto destacan las medidas de la creación del Foro sobre Cuestiones del Colectivo de Diversidad Sexual y de Género, así como la creación de un teléfono y aplicación móvil de ayuda, y promover una mejora de la educación mediante charlas y campañas de concienciación. Además de determinar la necesidad de crear un marco jurídico que persiga la despenalización de la homosexualidad y persecución del colectivo.
Pese a los avances conseguidos, los países del bloque oriental han mostrado su negativa a las propuestas occidentales y han elaborado un anteproyecto de resolución alternativo que contempla la realización de un estudio científico acerca de la salud mental de los miembros del colectivo. A su vez, instan a la creación de centros de apoyo psicológico gestionados de acuerdo con las creencias de cada nación, y promueven la “reinserción social” de los individuos del colectivo. Haciendo excesivo hincapié en el respeto de las ideologías, creencias y religiones de cada estado.
A pesar de haber algunas propuestas similares en mayor o menor medida en ambos bloques, la resolución del oriental se ha descartado ante los apoyos insuficientes. Sin embargo, la resolución del bloque occidental ha conseguido los catorce votos mínimos para lograr una mayoría simple y, por tanto, se ha logrado aceptar su resolución, a la espera de la votación de las enmiendas correspondientes que profundicen en las medidas propuestas.
“LA HOMOSEXUALIDAD NO SE TIENE, HOMOSEXUAL SE ES”
13 de abril de 2021, Paula Alás
El campus de Móstoles de la Universidad Rey Juan Carlos ha dado la bienvenida hoy a los miembros del Comité de Derechos Humanos en la novena edición del modelo de Naciones Unidas de esta universidad. En su primera sesión, se ha dado paso al tema de la salud mental del colectivo LGTBIQ+, para posteriormente debatir acerca del tráfico humano en las regiones Mena.
Se ha abierto la sesión debatiendo la situación mundial de este colectivo, dividiéndose las delegaciones en dos bloques ideológicos muy marcados. Uno de ellos compuesto por los países norteamericanos, la gran mayoría de países europeos y latinoamericanos, Japón e India entre otros, situado a favor de los derechos y el bienestar tanto físico como mental de las personas del colectivo LGTBIQ+.
Conformando el otro bloque aquellas naciones que prohíben, castigan o no reconocen esos derechos del colectivo LGTBIQ+, tales como los países del mundo árabe, Indonesia, Corea, Pakistán y aquellas naciones de firmes creencias cristianas como Brasil o el Vaticano.
Ha sido entonces cuando ha aumentado notablemente la tensión en el debate, produciéndose numerosos cruces de acusaciones y ofensas entre las naciones de un bloque y el otro. Naciones como Bélgica o Estados Unidos han liderado el debate presentado claras posturas respecto al respeto de los derechos de las personas del colectivo e instando al resto de países a tomar medidas que amparen esos derechos, criticando duramente a aquellas naciones que contradicen su postura.
Siria y Pakistán han liderado el otro bloque de pensamiento, contradiciendo al bloque occidental, negando rotundamente la importancia de este tema, negando los derechos del colectivo, incluso impartiendo penas de cárcel a sus miembros, llegando a denominar a los miembros del colectivo como “enfermos”. Justificando sus posturas en su religión y costumbres afirmando que “a un enfermo no se le puede culpar por estar enfermo, pero se le debe sanar” instando a realizar terapias de reconversión como principal medida de combate.
Tras un acalorado debate, no se ha conseguido llegar a ninguna resolución común, sino que únicamente se ha logrado aumentar la polarización entre los bloques. Las delegaciones actualmente se sitúan muy lejos de cualquier tipo de acuerdo, sin embargo, se van estableciendo alianzas entre delegaciones con ideologías próximas, tanto en el bloque del apoyo a la libertad de identidad sexual, como en el de la negación de estos derechos humanos básicos.
Se ha cerrado la sesión con intervenciones en una consulta general, en la que se han dado pinceladas de algunas medidas, pero siendo estas poco concretas a la hora de tratar la salud mental de la comunidad LGTBIQ+. Tales como adherir a los programas educativos la educación en libertad, la creación de marcos legislativos que amparen sus derechos o la creación de mesas de diálogo.
A pesar de las últimas intervenciones, han sido las constantes disputas entre delegaciones y medidas represivas frente a los derechos de la comunidad las que han marcado el debate impidiendo avanzar hacia resoluciones. Así pues, el comité se encuentra muy lejos de la adopción de cualquier tipo de acuerdo común que pueda mejorar el bienestar de la salud mental de los integrantes del colectivo LGTBIQ+, a menos que las delegaciones decidan dejar a un lado los reproches y establecer una verdadera actitud de diálogo y cooperación entre ellos.
Se ha abierto la sesión debatiendo la situación mundial de este colectivo, dividiéndose las delegaciones en dos bloques ideológicos muy marcados. Uno de ellos compuesto por los países norteamericanos, la gran mayoría de países europeos y latinoamericanos, Japón e India entre otros, situado a favor de los derechos y el bienestar tanto físico como mental de las personas del colectivo LGTBIQ+.
Conformando el otro bloque aquellas naciones que prohíben, castigan o no reconocen esos derechos del colectivo LGTBIQ+, tales como los países del mundo árabe, Indonesia, Corea, Pakistán y aquellas naciones de firmes creencias cristianas como Brasil o el Vaticano.
Ha sido entonces cuando ha aumentado notablemente la tensión en el debate, produciéndose numerosos cruces de acusaciones y ofensas entre las naciones de un bloque y el otro. Naciones como Bélgica o Estados Unidos han liderado el debate presentado claras posturas respecto al respeto de los derechos de las personas del colectivo e instando al resto de países a tomar medidas que amparen esos derechos, criticando duramente a aquellas naciones que contradicen su postura.
Siria y Pakistán han liderado el otro bloque de pensamiento, contradiciendo al bloque occidental, negando rotundamente la importancia de este tema, negando los derechos del colectivo, incluso impartiendo penas de cárcel a sus miembros, llegando a denominar a los miembros del colectivo como “enfermos”. Justificando sus posturas en su religión y costumbres afirmando que “a un enfermo no se le puede culpar por estar enfermo, pero se le debe sanar” instando a realizar terapias de reconversión como principal medida de combate.
Tras un acalorado debate, no se ha conseguido llegar a ninguna resolución común, sino que únicamente se ha logrado aumentar la polarización entre los bloques. Las delegaciones actualmente se sitúan muy lejos de cualquier tipo de acuerdo, sin embargo, se van estableciendo alianzas entre delegaciones con ideologías próximas, tanto en el bloque del apoyo a la libertad de identidad sexual, como en el de la negación de estos derechos humanos básicos.
Se ha cerrado la sesión con intervenciones en una consulta general, en la que se han dado pinceladas de algunas medidas, pero siendo estas poco concretas a la hora de tratar la salud mental de la comunidad LGTBIQ+. Tales como adherir a los programas educativos la educación en libertad, la creación de marcos legislativos que amparen sus derechos o la creación de mesas de diálogo.
A pesar de las últimas intervenciones, han sido las constantes disputas entre delegaciones y medidas represivas frente a los derechos de la comunidad las que han marcado el debate impidiendo avanzar hacia resoluciones. Así pues, el comité se encuentra muy lejos de la adopción de cualquier tipo de acuerdo común que pueda mejorar el bienestar de la salud mental de los integrantes del colectivo LGTBIQ+, a menos que las delegaciones decidan dejar a un lado los reproches y establecer una verdadera actitud de diálogo y cooperación entre ellos.